miércoles, 6 de febrero de 2013

la primera persona en hacer un trayecto largo en un automóvil


Pocas veces una frase como “Vamos a Pforzheim a ver a la abuela” tiene repercusiones significativas tanto a nivel social como económico, hasta el punto de hacer historia.


Esto fue lo que le dijo Bertha Benz, esposa del inventor del automóvil Karl Benz, a sus hijos en 1888 antes de embarcarse el primer viaje largo en automóvil de todos los tiempos. Así, Berta se convirtió en la primera mujer que se puso al volante de un coche.

Sin informarle a su esposo previamente –seguramente porque éste no le hubiese dejado llevar a cabo la travesía- Bertha Benz manejó el recientemente construido Benz Patent Motorwagen no.3, que hasta ese entonces solo había realizado trayectos cortos de prueba, desde Mannheim a Pforzheim, recorriendo aproximadamente 106 kilómetros.


Bertha Benz, esposa de Karl Benz, realizó el primer viaje largo en automóvil en 1888.

El viaje de Bertha Benz no solo tenía como objetivo visitar a su madre, sino que también buscaba convencer a su marido Karl Benz de no abandonar el proyecto –el que nadie comprara su invento estaba resintiendo las finanzas familiares- ya que, en su opinión, no había sabido comercializar el automóvil, y creía firmemente que éste podía convertirse en un éxito financiero una vez demostrada al mundo su utilidad.



Y estaba en lo cierto. El viaje de Bertha Benz lo solamente demostró que el automóvil era un medio de transporte seguro, sino que también se convirtió en la mejor publicidad para el invento de Karl Benz: el viaje tuvo un gran impacto mediático y, poco a poco, el negocio familiar comenzó a recibir pedidos al demostrarse que este vehículo no era un entretenimiento para excéntricos, sino que un nuevo y novedoso medio de transporte.


El viaje en sí no estuvo exento de incidencias, de hecho, Bertha tuvo que resolver una serie de problemas relacionados con las piezas del vehículo y con el combustible, como por ejemplo, quedarse sin Ligroin, el carburante que utilizaba el automóvil y que tuvo que comprar en una farmacia. También necesitó la ayuda de un herrero para reparar una cadena, ella misma cambio los forros del freno y limpió la tubería del combustible que se había obstruido, entre otras cosas.



Monumento conmemorativo a Bertha Benz.

Fuente:
http://lacomunidad.elpais.com

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